Chinandega norte al igual que el resto del país de Nicaragua basa su economía en el agro de aquí la importancia del manejo del suelo desde una óptica de la planificación consciente y consensuada con la población quienes son los y las que deciden de cómo hacer uso de la tierra y donde hacerlo.
Tomando como punto de partida esta premisa es que llegamos a considerar la importancia del uso actual y potencial del suelo por tanto el ordenamiento del territorio y la zonificación con el fin de garantizar la redistribución de los cultivos como uno de los desafíos ambientales, por lo cual la agricultura se convierte en la actividad económica más sensible a considerar en todo momento.
Por lo antes expuesto es necesario incorporar prácticas más eficientes en los procesos productivos de cara al calentamiento global y cambio climático en relación a la producción de alimentos para asegurar la soberanía y seguridad alimentaria de la población.
Las prácticas agrícolas inadecuadas en sitios de ladera y partes bajas del territorio incluyendo los humedales, son áreas sensibles con mayor impacto sobre el medioambiente directamente vinculado a la actividad ganadera, producción de granos básicos con la consecuente aplicación de plaguicidas, quemas, uso inadecuado del agua y manejo desordenado de los desechos domiciliares y agrícolas.
Urge entonces incorporar un mejor uso y manejo de prácticas amigables con el medio ambiente en los diferentes sistemas de producción existentes en la zona tomando en cuenta la propuesta de ordenamiento territorial ambiental de Chinandega norte con el fin de concienciar a los miembros de los grupos organizados y productores /as individuales del territorio.
Es tarea de todos/as promover la implementación de las ordenanzas municipales ambientales existentes que fueron creadas en consenso con la población de 121 comarcas en los seis municipios y el apoyo de los gobiernos locales.
Para implementar un buen manejo de los cultivos, uso adecuado del suelo, bosque, agua en la agricultura y ganadería únicamente se necesita la voluntad humana junto a una permanente disposición que permita desarrollar nuevas formas de explotación de los recursos evitando la depredación y continuar viviendo de la naturaleza como plantea el PhD. Jaap van deer Zee, en un estudio de la zona – (2005).